El diospyrus kaki, más conocido como caqui, es una fruta en forma de baya cuadrangular de color amarillo y anaranjado y con un sabor muy dulce. Es originario de China y Japón y su cultivo se ha popularizado en España, Italia y Estados Unidos. A continuación te contamos más sobre el abono para caqui y las características de su cultivo.
El árbol del caqui se adapta muy bien al clima mediterráneo ya que sus inviernos son moderados y los veranos largos y calurosos, lo que permite que sus frutos maduren correctamente.
Necesita exposición solar, por lo que no le van bien las zonas de sombra. El caqui no soporta fuertes ventiscas, especialmente al final de la época veraniega, donde el peso de los frutos hace que estos caigan a causa de los golpes de viento.
El cultivo del caqui prefiere suelos franco-arcillosos, fértiles y profundos, con abundante materia orgánica y adecuado drenaje ya que es sensible al exceso de humedad.
Es una planta exigente en materia orgánica, por lo que se recomiendan aplicaciones de 60-80T/ha de materia orgánica. A nivel orientativo los niveles de nutrientes que tenemos que añadir son aproximadamente de 150 unidades fertilizantes de potasio y fósforo, 80 de calcio y 40 de magnesio. Esta recomendación es general, estando sujeta a los análisis de suelo de cada finca.
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